martes, 20 de septiembre de 2011

“Catedral de la semilla” para el Pabellón de España en la Expo de Shanghai 2010.

Thomas Heatherwick es el fundador de Heatherwick Studio, una firma de arquitectura y diseño que, entre otros proyectos, diseñó la impresionante “Catedral de la semilla” para el Pabellón de España en la Expo de Shanghai 2010.


SHANGHAI. El impresionante pabellón británico en la Exposición Universal de Shnaghai lleva por nombre la "catedral de las semillas". Dicen las autoridades británicas que es un enorme regalo al pueblo chino, un regalo sin "desenvolver". Ya que su estructura desde el exterior crea un hipnotizante efecto visual, la estructura de la fachada formada por 60.000 varillas de fibra óptica ancladas en seis capas diferentes hace que estas se ondeen al viento y se muevan libres. Creando el efecto dinámico de un edificio orgánico, casi vivo. Como si el edificio tuviese melena.
En realidad dicen que está inspirado en una flor de diente de león.

En realidad es un edificio vivo, cada una de esas 60.000 varillas contiene dentro una semilla de plantas extraídas del depósito y Banco de Semillas del Milenio de Gran Bretaña.

El arquitecto de tan espectacular obra es Thomas Heatherwick que confirma que éste será el corazón de la presencia británica en la Expo de Shanghai. "Durante el día las varillas de fibra óptica iluminan el interior del edificio permitiendo filtrar la luz del exterior hacia el interior, y cuando cae el sol ocurre el revés: la iluminación interior y de las varillas permiten resplandecer al edificio entero", explica el artista.






En total el edificio tiene 20 metros de altura y cada una de las varillas de fibra óptica tiene una media de longitud de unos 7 metros y medio.

Thomas Heatherwick fundada Heatherwick Studio en 1994 con su objetivo era “llevar la arquitectura, el diseño y la escultura juntos en una sola práctica.” En el equipo, arquitectos, arquitectos paisajistas, diseñadores e ingenieros trabajan a partir de un estudio combinado y un taller, donde el desarrollo de conceptos, detallando, creación de prototipos y la fabricación a pequeña escala tienen lugar. El estudio abarca la construcción de la labor de proyectos comerciales y residenciales, masterplanning y planes de infraestructura, así como obras de alto perfil de arte público.


De su biografía en el Museo del Diseño :
Heatherwick encuentra placer en lo que otros diseñadores puedan percibir como comisiones no convencionales, como la entrada y aparcamiento para los individuos Hospital, cerca de Puente de Londres. Él respondió con una fachada de tejidos orgánicos, creado a partir de malla de acero inoxidable, que requiere poco mantenimiento y crea un nuevo sistema de enrutamiento de tráfico. En este contexto,qué Heatherwick cita como su trabajo de diseño sueño es sorprendente: un aparcamiento de gran escala para la ciudad 1970 nuevos, Milton Keynes. “Es un lugar extraño, pero me parece interesante porque su infraestructura se toma tan en serio”, Heatherwick explica, “las necesidades de los parques de varios pisos . Pero, ¿qué ejemplo de primera clase de un aparcamiento bien diseñado puede pensar? No hay mucha competencia y son una tipología de construcción muy barata por lo que podría crear el mejor parque de automóviles en el mundo por una fracción del costo de la galería más elegante arte nuevo … Me gustaría trabajar en el parque de los mejores coches del mundo. ”

¿Un futuro más hermoso? El arquitecto Thomas Heatherwick muestra cinco proyectos recientes con ingeniosos diseños inspirados en la biología. Algunos son remakes de lo común: un autobús, un puente, una central eléctrica… Y uno es un pabellón extraordinario, la Catedral de Semillas, una celebración del crecimiento y la luz.

martes, 13 de septiembre de 2011

CONSTRUCCIÓN DE CASAS CON ÁRBOLES VIVOS

En el sur de Chile se está experimentando con casas hechas con árboles vivos un tipo de vivienda totalmente ecológica que no utiliza madera de árboles cortados, sino que modifica el crecimiento del árbol para literalmente hacer crecer una casa. La técnica denominada Fab Tree Hab consiste en "trenzar" los árboles mediante cuerdas y guías. Según Hans Hebel, promotor de la iniciativa en Chile, estas son: viviendas transgeneracionales, que los padres plantan para sus hijos.


Una casa construida con árboles vivos es la nueva propuesta arquitectónica
Los troncos son los cimientos y las ramas las paredes de estas casas que evolucionan con el tiempo

Arquitectos norteamericanos han concebido un modelo de vivienda que revoluciona el tradicional concepto de construcciones verdes o ecológicas. Proponen construir viviendas usando como material básico árboles vivos, no madera inerte. Los troncos sirven de cimientos y las ramas de paredes, que se sellan con arcilla para aislarlas del exterior. A medida que las ramas crecen, la casa aumenta de tamaño y cambia su aspecto exterior, que sigue la evolución del árbol. Son casas que, al igual que los árboles, son autosuficientes, tienen una larga vida y evolucionan con el tiempo. Un prototipo que se aproxima a esta idea será construido en California para testar el sistema. Por Yaiza Martínez.





Construir una casa a partir de árboles vivos en lugar de madera cortada es la propuesta de investigadores del Smart Cities Group del MIT Media Lab. Se trata de un nuevo concepto de hogar, respetuoso y colaborador con el medio ambiente, denominado Fab Tree Hab e ideado por el arquitecto Mitchel Joachim, en colaboración con la ingeniera ecológica Lara Greden y el arquitectoJavier Arbona. El Fab Tree Hab es, de hecho, un ecosistema en sí mismo, aseguran sus creadores. 

Estas casas-árbol se caracterizan por ser sostenibles y tener un bajo impacto en el medioambiente y en la salud humana, dentro de las pautas del llamado “diseño verde”. La calidad de vida de sus habitantes, así como su salud, están aseguradas en este tipo de casas, fabricadas con una antigua tecnología de trenzado de ramas de árboles, lo que permite formar arcos, entramados y mamparas de madera. 

Los troncos de los árboles conforman la base estructural de estas construcciones, mientras que las ramas forman un entramado y se convertirían en las paredes y el tejado. Este denso tejido se completa con otras plantas crecederas. 

En el interior, un material compuesto de arcilla y paja aisla la construcción de la humedad, cubriendo los huecos que queden en el trenzado. Asimismo, se le añadiría una capa de arcilla, como si fuera yeso, con fines estéticos. 

Este material compuesto de arcilla y paja ya se utiliza en algunas construcciones, y se ha demostrado que es eficaz y perdurable. A medida que las ramas crezcan y los trenzados aumenten, la casa podría aumentar su tamaño, así como su capacidad de protección. 

Frescor y calor 

Mitchel Joachim ha ideado además unas ventanas fabricadas con plásticos cuya base sea la soja, y que por su flexibilidad se adaptarían al crecimiento del árbol con el paso del tiempo. 

El agua necesaria para la vivienda se almacena en el tejado y circula gracias a la gravedad que la atrae al interior. Asimismo, el estanque de agua está también “habitado” por bacterias, peces y plantas que consumen residuos orgánicos, de manera que naturalmente el agua se purifica. 

El agua almacenada sirve al mismo tiempo para hidratar las plantas y el árbol que forman la casa. Éstos, a su vez, producen un vapor durante su transpiración que se aprovecha para refrescar el hogar. El agua que se obtiene de dicho vapor también se conserva, cerrando así el ciclo del consumo y recuperación del agua. Por otro lado, es posible instalar un sistema de descomposición de materia orgánica que genere cómpost, empleado como abono en agricultura. 

Para calentar la casa, el diseño comprende largos ventanales orientados hacia el sur, que absorban el calor durante el invierno. En los meses más calurosos, las ventanas situadas hacia las zonas en sombra aportan el frescor necesario. 

Primeros proyectos y comunidad verde 

Tal como explica al respecto Discovery Channel, el sueño de Joachim es llegar a construir algún día una comunidad entera compuesta por este tipo de casas, pero antes deben llevarse a cabo una serie de estudios de viabilidad. Mientras tanto, trabaja ya en el diseño de una casa de estas características en California, que estará construida la mitad con materiales reciclables y reutilizables, y la otra mitad con materiales vivos. 

Este proyecto se ha bautizado ya con el nombre de MatScape, y también está basado en la idea de colaboración del hombre con la naturaleza. La estructura de esta casa de California aprovecha las lluvias y la luz del sol para auto-suministrarse, tanto de agua como de energía. Formada por paneles que pueden ser sustituidos o modificados, la casa será simbiótica con el entorno e irá cambiando con el tiempo. Su estructura es cinética. 

La intención de estas construcciones es obtener ahorro energético, así como reducir costes externos. Según sus creeadores, estas casas tendrán una larga vida, podrán renovarse y adaptarse, y evolucionan con el tiempo. 

Propuesta inédita 

Tanto el Fab Tree Hab como MatScape no son los únicos proyectos arquitectónicos que persiguen el objetivo de proporcionar a las personas viviendas cada vez más integradas en la naturaleza. Tal como explica al respecto Comunidades Inteligentes, las posibilidades de conseguir estos objetivos son diversas.

En líneas generales, las viviendas llamadas verdes son las que promueven la conservación de recursos, incluyendo eficiencia de energía, energía renovable, y elementos de conservación de agua; consideran el impacto ambiental y minimización de desechos; crean un ambiente sano y cómodo; reducen los costos de operación y mantención; y responden a preocupaciones tales como la preservación histórica, el acceso a transporte público y a otros sistemas de infraestructura comunitaria. 

El Fab Tree Hab se integra en esta corriente de edificaciones amigables con el entorno, si bien lleva el concepto hasta extremos inéditos en la historia de la arquitectura, con casas que se integran en los árboles hasta formar parte de ellos y de su dinámica vital, ya que crecen con sus ramas y se adaptan a sus evoluciones naturales. 

Proyecto de conservación de bosques.
Se trata de un proyecto "new conservation", de los suelos y bosques en riesgo o peligro de deforestación o erosión, y permite a parte de proteger el suelo, también reforestarlo. Dando más vida a los lugares en riesgo de desaparición.
La idea se generó en Europa en sucesivos viajes a comunidades y estilos de vida y se aplicará en latinoamérica (Ecuador),y luego será extendida al resto del continente. Lo importante es que tu puedes participar de él y formar una red de convivencia en cualquier lugar del planeta contándonos tus inquietudes y problemas. Como te comente empezamos el próximo año es un proyecto que unirá gente y podremos visitarnos para evaluar entornos, estamos arrancando concretamente en el año 2010.
"La comunidad del árbol, como se hace llamar este gran equipo de hermanos dispuestos a mejorar nuestra calidad de vida en un espacio sano, con el mínimo daño ambiental y de impacto ecológico. Se propone hacer comunidades, casas en los árboles como nuevo entorno de desarollo de vida, llevando la tecnología renovable a su más simple y natural aplicación "el árbol" contaremos con energía solar, foto voltaica, hasta generadores hidroeléctricos de corte casero. Bombas de agua llevadas por gravedad hasta las alturas del árbol, y más.
Tu participación es importante, pues nos gustaría que nos dieras tu opinión-ideas, puedes escribirme al mailgaloasc@yahoo.com con mucho gusto te responderemos.

jueves, 8 de septiembre de 2011

PETER EISENMAN: "UN EDIFICIO DEBE PLANTEAR PREGUNTAS, NO RESPONDERLAS"

El arquitecto estadounidense construye en Santiago de Compostela la monumental Ciudad de la Cultura de Galicia y proyecta, con el estudio londinense HOK, la ampliación del estadio del Deportivo de A Coruña en Riazor. Un hombre para quien la arquitectura no soluciona problemas sino que los crea.

Peter Eisenman (Newark, 1932) ha visitado Barcelona para hacer lo que le ha reportado una fama de proyectista extraordinario: debatir sobre arquitectura. Llegó a la Ciudad Condal, para discutir con Rafael Moneo, rodeado de colegas y estudiantes. Era su forma de homenajear a otro arquitecto amigo de la discusión y el debate, el desaparecido Ignasi de Solá-Morales, fallecido hace ahora un año.















PREGUNTA. Usted dedicó muchos años a buscar una vanguardia arquitectónica genuinamente americana. ¿Sus trabajos actuales son el resultado de esa búsqueda?

RESPUESTA. No buscaba exactamente una vanguardia, buscaba sentido crítico. Quería cuestionar la belleza clásica, la organización funcional. Buscaba encontrar un término capaz de definir la cultura americana que no fuera simple aceptación de lo que venía ya dado. Lo que hago como arquitecto es hacerme preguntas. No existe una relación lineal entre lo que conoces, lo que defines y lo que haces, pero siempre me he hecho preguntas, ése es el nexo. Hoy sé que la diferencia entre el resto de las artes y la arquitectura es que ésta se mueve entre dos responsabilidades, la que contraes con la propia disciplina y la que te une al cliente, y que esa bicefalía afecta a la forma de los edificios.

P. Se ha mantenido como un agitador del debate arquitectónico. Superado el deconstructivismo, parece que en su país han recuperado una filosofía genuinamente americana, el pragmatismo.

R. Estoy en contra. Para mí siempre existirá una metafísica de la arquitectura. Eso es lo único persistente, lo único que regresa, con el paso del tiempo, en los mejores edificios. A Richard Rorty, el máximo abogado del pragmatismo filosófico, siempre le contesto que los arquitectos necesitamos la metafísica del pragmatismo. Los pragmáticos aseguran que lo que no se vende en el mercado no es un éxito. Es decir, la aceptación popular de un edificio es lo que mide su éxito y equiparan éxito a calidad.




 P. ¿Qué barómetro emplea para medir la bondad de un edificio?

R. La duda. Un edificio debe plantear preguntas, no responderlas.

P. Desde fuera las ideas para una arquitectura pragmática parecen de sentido común: solucionar problemas, tratar a los edificios como un objeto en proceso, no como proyectos terminados...

R. Sí, pero el sentido común tiene poco que ver con la arquitectura. Los mejores edificios siempre tienen problemas con el sentido común, lo cuestionan. El pragmatismo asume que la arquitectura existe para solucionar problemas cuando la mejor arquitectura crea problemas. Antes de la Revolución Francesa nadie creía que la arquitectura sirviese para solucionar problemas. La arquitectura era una manifestación de poder. Tras la Revolución Francesa, la figura del arquitecto se transformó. Dejó de ser un artista para convertirse en una especie de san Jorge que debía vencer al dragón de la corrupción y la jerarquía y así aparecieron instituciones como colegios, prisiones, fábricas y hospitales: proyectos sociales que transformaron a los antiguos artistas arquitectos en agentes sociales. Piranesi, Bramante, Borromini, Le Corbusier... los mejores arquitectos han sido gente que se complicó la vida.

P. Al hablar de la mejor arquitectura siempre lo hace con ejemplos europeos.

R. En mi país no existió la cultura arquitectónica hasta que Venturi escribió sus libros. Complejidad y contradicción en la arquitectura y Aprendiendo de Las Vegas. El resto carecía de discurso.
P. ¿Ni siquiera Frank Lloyd Wright?

R. Wright fue un hombre en el desierto, un expresionista del desierto. En España hay una gran cultura sobre Gaudí, pero no es una de las grandes figuras arquitectónicas. Sólo me interesan los arquitectos con una ideología consistente, con un discurso razonado. José Luis Sert lo tuvo y en ciertos momentos Viaplana, Miralles, Moneo o Sáenz de Oíza. El resto pueden ser buenos o malos, pero no han cuestionado nada y, por tanto, no han aportado nada que los transcienda. Para aportar algo se debe cuestionar el status quo. Cuando comenzó Wright hizo buenas casas, luego para continuar lo que tanto había gustado no se le ocurrió nada mejor que repetirse hasta la saciedad.

P. ¿No le pasa eso a todo el mundo?

R. Querer gustar sí, pero repetirse hasta la saciedad sólo a los que envejecen y dejan de crecer. Por eso, para mí, Loos es un arquitecto más importante que Wright. Fue el Schönberg de la arquitectura. Me interesan los arquitectos capaces de preparar el terreno para que otros hagan cosas.

P. Usted es neoyorquino, ¿cómo juzga la reacción de su Gobierno tras el 11-S?

R. Tenemos un presidente que es un cowboy. En EE UU existe una mentalidad tipo John Wayne de 'vamos a por ellos', y eso es lo que está ocurriendo. Están arrasando Afganistán y ¿qué han conseguido? Furia. Es fácil destrozar y matar y lo terrible del terrorismo es que no se puede hacer nada. No puedes reaccionar y eso es inhumano. Si alguien te pega puedes no responder de la mejor manera imaginable. El mundo hoy es modernidad contra fundamentalismo. Pero llegado a un extremo no es cuestión de tener razón o no. No hay razón que justifique que maten a tu hijo mientras está sentado tomando un refresco.

P. ¿Afecta eso a la arquitectura?

R. El terrorismo ha existido siempre, pero ningún terrorista había borrado del mapa dos edificios. América no había tenido tantos muertos desde la guerra civil en 1862. Eso convierte el 11-S en un momento definitivo que marca un antes y un después en la historia y en la arquitectura.

P. ¿Por qué?

R. Es la primera vez que un gran acontecimiento, que las televisiones no habían previsto, se transmite en directo. ¿Cómo se puede representar algo que ha sido tan visto, tan difundido? Hablan de construir un memorial. ¿Cómo puedes hacer algo así cuando no queda nada por imaginar? La televisión mata la imaginación. La arquitectura se ha encargado siempre de representar la imaginación, pero cuando la imaginación se comporta tan despóticamente con la imagen no queda nada que imaginar. Los arquitectos vamos a tener que pensar otra manera de imaginar los edificios.

P. ¿Cuál?

R. No lo sé. Tengo preguntas pero no respuestas. La televisión ha robado a la arquitectura el impacto de la imagen. Deberemos explorar otros campos más allá del visual.

P. Sus últimos edificios ya lo hacen. Han abandonado las formas para convertirse en territorios. Son más orgánicos que fraccionados.
R. Con la Ciudad de la Cultura que construyo en Santiago he tratado de crear un palimpsesto, un edificio cuyo impacto no sea visual. Un lugar que funcione a capas, como una cartografía de la topografía del lugar, de la ciudad medieval y de la ampliación moderna. Me encargaron un gran edificio y estamos excavando un territorio.